miércoles, 26 de octubre de 2016

Redes neuronales para predecir terremotos

  • Científicos sevillanos diseñan un método que permite detectar sismos en siete días




Redes neuronales para predecir terremotos
Terremoto en el mar de Alborán percibido en Málaga y Melilla (Instituto Geográfico Nacional)


Investigadores de la Universidad de Sevilla Pablo de Olavide diseñan un sistema de predicción de terremotos con una probabilidad de éxito que ronda el 80%. El gran avance científico permite detectar un movimiento sísmico con una semana de antelación, ventaja que, con los recursos necesarios, habría alertado de los recientes movimientos de tierra de la zona de influencia del Mar de Alborán o como el que ocurrió el miércoles en el golfo de Cádiz.
Antonio Morales, miembro del equipo de investigación y profesor, explica que este sistema se basa en el uso de una serie de indicadores sísmicos y una red neuronal artificial para predecir terremotos que “genera conclusiones de la misma forma que lo hace un ser humano”.
La gran ventaja Morales recuerda que existen muchos métodos que intentan predecir terremotos de manera más o menos afortunada. “Nuestro método tiene la ventaja de predecir terremotos en una zona determinada muy precisa, conuna ventana de tiempo muy pequeña (de 5 a 7 días) y con una magnitud con una baja incerteza. Es decir, cumple con los requisitos que debe tener toda afirmación para ser una verdadera predicción de terremotos (posición, tiempo y magnitud).
Basado en la utilización de redes neuronales artificiales que son sistemas con unos cimientos matemáticos y estadísticos muy fuertes, el profesor hace hincapié en que este sistema se fundamenta en leyes sismológicas sólidamente establecidas durante los últimos cien años y que se conocen como Ley de Gutenberg Richter, Ley de Omori-Utsu y la Ley de Bath.
Equipo investigador de la Universidad de Sevilla

Equipo investigador de la Universidad de Sevilla
El Mar de Alborán
“En un estudio prospectivo que hicimos dada la relevancia del reciente evento del Mar de Alborán, pudimos comprobar que se podría haber detectado con nuestro método”, señala. Actualmente el equipo de Antonio Morales sigue desarrollando esta novedosa herramienta pero por desgracia “no tenemos ni recursos ni tiempo suficiente para mantener un sistema de predicciones en tiempo real”.

El profesor indica que hace más de un año, durante un periodo de un par de semanas estuvieron experimentando sin apoyo su sistema de predicción en tiempo real con muy buenos resultados pero la falta de recursos y de tiempo “nos impide mantenerlo”. Sirva como ejemplo, añade, que la semana pasada “tuve que impartir 16 horas de docencia lo que a duras penas nos deja tiempo para la investigación ad honorem”. Parece que los sistemas de predicción de terremotos desarrollados por este grupo de científicos “ha tenido más repercusión e interés fuera de España que aquí”.
Tabla comparativa de sistemas de predicción de terremotos actuales y el del equipo investigador
Tabla comparativa de sistemas de predicción de terremotos actuales y el del equipo investigador
La Península Ibérica en movimiento silencioso
La Península Ibérica es una zona de sismicidad moderada. Se producen pocos terremotos de magnitud importante y su periodo de retorno es muy largo. “Esto provoca que la población no sea consciente del problema y esté poco preparada. De repente sucede un terremoto como el de Lorca o los que han sucedido recientemente en el Mar de Alborán y todo el mundo se echa las manos a la cabeza pero al poco tiempo nadie se acuerda de nada”, exclama Morales.
En la opinión del equipo investigador existe una gran minusvaloración del riesgo sísmico en la Península Ibérica, una minusvaloración especialmente notable en España ya que, curiosamente, “en Portugal se toman más en serio que nosotros estas cuestiones”.. Las zonas caliente de la península serían la falla Azores-Gibraltar, el Mar de Alborán, Bajo Tajo, zona meridional de la región Bética, la depresión de Granada, Los Pirineos o Galicia.
Próximos retos
El grupo de investigación subraya la necesidad de crear una red neuronal calibrada para cada ciudad sísmicamente activa, “lo que requiere tiempo y apoyo financiero, dos requisitos de los cuales carecemos”. Actualmente solo cuentan con unos 15 prototipos, algunos calibrados para ciudades de Chile, España o Japón. Por ejemplo, “para el caso de Chile se requieren cerca de 120 redes neuronales para tener cubiertas todas las zonas sísmicamente activas”, sostiene Morales.